1. Pida apoyo
el agotamiento y la falta de apoyo es la razón por la que muchos padres y madres deciden pedir ayuda a familiares o personas de confianza . Enseñe a sus hijos a cooperar . Si les asigna tareas adecuadas para su edad , se hará un gran favor a usted y también a ellos pues les dará las herramientas necesarias para llegar a ser adultos responsables.
2. Aprenda a comunicarse mejor
No se desconecte de lo que comentan sus hijos, sea paciente . Fomente la comunicación con cariño y paciencia. No pierda los estribos ni empiece a gritar . Los gritos pueden hacer que un niño se encierre en si mismo. No confunda los papeles de padre y de amigo. No cometa el error de convertir a su hijo o hija en confidente. No pierda la dignidad y compórtese con madurez y equilibrio si sus hijos cuestionan su autoridad en el hogar , asi le será más fácil que ellos sean respetuosos con usted. Díga a menudo a sus hijos que los ama .
3. Establezca un orden de prioridades
Determine las cosas que son importantes para usted y para sus hijos y haga todo lo posible por concentrarse en lo importante , no en las cosas secundarias . Eso le ahorrará tiempo. Deshagase de las cosas innecesarias en la casa , cuantas más cosas más hay que limpiar y más estrés. Acostumbre a sus hijos a dejar todo ordenado cada noche . Eso le enseñará a cuidar su habitación y el resto de la casa. Coman juntos por lo menos una vez al día y pasen ese tiempo agradable.
4. Fije límites claros
El niño necesita orden para realizar sus tareas . El orden en su horario y su entorno le proporciona seguridad . Cuando los padres son incapaces de decir no a sus hijos y ceden vez tras vez , estos suelen portarse mal. Cuando se porten mal reaccione siempre de la misma manera , escúcheles y después explíqueles por qué su conducta es mala para ellos y para usted. Sea razonable y nunca los discipline en un momento de ira. No se precipite ni se deje llevar por la cólera.
5. Inculque valores morales en sus hijos
La presión de los compañeros de escuela y el aumento de la inmoralidad en la sociedad producen un efecto negativo. Los niños necesitan valores morales por los que regirse .
6. Busque la ayuda de Dios
En un mundo cada vez más materialista, la gente apenas piensa en el Creador , en cambio Dios se preocupa por nosotros y quiere que seamos felices . Dios nos brinda apoyo mediante la Biblia .
Padres y madres solos dicen :
" Yo he aprendido a escuchar y escuchar , no importa que esté cansado "
" Tuve que aprender a callarme cuando mis hijos me contaban sus problemas y a contenerme en dar consejos precipitados y a medir mis palabras . No siempre he sido la mejor en escuchar , a veces los problemas de mis hijos me parecían insignificantes , asi que tuve que aprender a ponerme en su lugar "
" Antes no seguía los principios bíblicos así que se me hacía muy dificil educar a mis hijos , pero ahora es mucho más fácil, ahora tengo la Biblia . Constantemente digo a mis hijos que los amo y que los veo como regalos de Dios y que por eso necesito cuidarlos bien. Estos principios me ayudaron a crear un ambiente de confianza "
" Los hijos tienen ante si los valores del padre y de la madre . Cuando tengo que hacer respetar mis principios bíblicos dejo de ser el favorito para mis hijos. Quizá el otro cónyuge les haga regalos a los niños con la intención de ganárselos , pero aunque la presión por entrar en ese juego es dificil de resistir , lo mejor es hacerles comprender que lo que uno les da tiene más valor "
" Cuando mi esposo nos abandonó le rogué a Dios que nos diera fuerzas y él escuchó mi oración, Nunca nos ha faltado lo básico, siempre nos ha dado su ayuda. Cuando escucho a mi hijo decir que Dios está con nosotros y que todo va a salir bien , me doy cuenta de que confía en él y eso me hace muy feliz . "
Hola Saraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarestá llovieeeeeeeeennnnnnnnnnnnnnndooooooooooooooooooo
jaaaaaaaaaaa
llueveeeeeeeeeeeeeeee
:)))))
bueno, solo queria decirtelo
Voy a comentar un poco
besooooosss
ja ja ja, me alegro pero por lo que me dices , no llovió mucho ¿no ?
ResponderEliminarqué pena !